MUNICH OCT 2024

Del 09 al 23 de oct. de 2024

Gonzalo Ventura nos cuenta su experiencia

Gonzalo Ventura, de 1BACH, nos cuenta su experiencia en esta movilidad en la ciudad alemana de Múnich, donde participó, junto a Inés Hidalgo, en el proyecto Erasmus+ Escolar de 2024. 

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Decidí apuntarme porque creo que es una oportunidad única que no debía dejar pasar, ya que no sé si voy a volver a tener la oportunidad de apuntarme a un Erasmus. La razón principal fue el querer conocer más sobre otras culturas y visitar otro país.También quería ser más independiente y salir de mi zona de confort, mejorar mis conocimientos y habilidades en diferentes campos, como la historia o el inglés.

En cuanto a mi experiencia previa, no sabía exactamente lo que me iba a encontrar, me esperaba tener que valerme mucho por mi cuenta, ya que no sabía en qué medida me podría ayudar la familia que me acogía en problemas como moverme por la ciudad con el transporte público, o si iban a poder enseñarme ellos la ciudad. Estaba mentalizado para cualquier
problema que pudiera surgir en ese ámbito.

También esperaba tener que trabajar mucho al tener que asistir a las clases del instituto alemán y al mismo tiempo seguir las clases que tenían mis compañeros en España para cuando volviera no estar perdido y quedarme atrás. Aunque por supuesto esperaba pasármelo muy bien, aprender mucho, conocer la ciudad y sus lugares más importantes a la vez que entender cómo vive la gente allí.

La rutina diaria

Yo estaba en una familia de acogida en un pueblo en las afueras de Múnich llamado Schwabhausen. Me tenía que levantar alrededor de las 5:45 para que me diera tiempo a desayunar y prepararme para coger un bus que salía más o menos a las 6:20 del pueblo para ir al instituto, luego nos cambiábamos de bus en la estación central de Dahau, una pequeña ciudad al norte de Múnich, y llegabamos a la parada que hay al lado del instituto al que iba llamado “Städtische Robert-Bosch-Fachoberschule Wirtschaft” o como lo llaman normalmente “Robert-Bosch”. Todo este trayecto lo hacía acompañado de Noah, el chico alemán que me acogía. 

Mis clases empezaban a las 8:00 y terminaban normalmente a las 13:00 y durante la mañana había dos recreos que duraban 15 minutos cada uno. Asistía junto con Inés, una compañera que vino conmigo de intercambio, a clases de inglés, que normalmente eran de conversación, por lo que era fácil para nosotros integrarnos a esas clases y en las clases de español, donde ayudábamos a los estudiantes alemanes en cosas como la pronunciación. También teníamos algunas horas libres en las que íbamos a unas salas comunes que tiene el instituto para hacer tareas y trabajos, además, de estudiar las cosas que nos mandaban nuestros compañeros en España. 

Cuando Noah y yo terminábamos las clases volvíamos a su casa, aunque a veces tomábamos rutas diferentes ya que no todos los días salíamos de clase a la misma hora, normalmente cogíamos el metro a la estación central de trenes de Múnich y de ahí cogíamos un tren que nos dejaba en su pueblo. 

Ya en nuestro tiempo libre lo que solíamos hacer era después de descansar un rato de las clases, junto con Noah, que me hacía de guía, coger el tren a Múnich para ir a ver la ciudad, sus iglesias, los museos, parques etc. Luego, volvíamos  temprano a casa para cenar con los padres, estudiábamos o hacíamos deberes, después solíamos ver una película en inglés, dábamos un paseo por el pueblo o simplemente hablaba con Noah y sus padres para planear lo que íbamos a ver el resto de días. 

Nos solíamos acostar alrededor de las 9:30 o las 10:00. Los fines de semana íbamos por la mañana a visitar la ciudad, sobre todo museos, ya que cierran temprano, y ya nos quedábamos fuera casi todo el día. En otras ocasiones fuimos a comer a restaurantes tradicionales de la zona para que conociera la comida tradicional de Baviera (la región) y de Alemania en general. 

Por otro lado y como todo en todos los ámbitos de la vida, durante mi estancia surgieron problemas y soluciones. Uno de los problemas fue el tiempo, al vivir lejos del centro se tarda mucho en llegar allí en transporte público, por lo que en los últimos días en vez de volver a casa después de las clases y luego salir, decidimos salir
directamente después de las clases. Lo malo es que teníamos que llevar las mochilas y estábamos más cansados, pero así podíamos visitar los museos, que suelen cerrar temprano y ver la ciudad antes de que anocheciera, que es mucho antes que en España. 

Otro inconveniente fue que había días en los que nuestros compañeros alemanes terminaban a las 2:45, en vez de a las 13:00, por lo que teníamos mucho tiempo muerto, por lo que nos pusimos en contacto con el profesor alemán que estaba encargado del proyecto para que nos adaptara el horario. Yo no tuve casi ningún problema, pero sé que si lo hubiera tenido podría haber pedido ayuda a los profesores encargados de proyecto tanto en España, como en Alemania. 

¿Qué he aprendido? 

He mejorado mucho mi fluidez hablando en inglés, he perdido el miedo a pronunciar mal y por eso no hablarlo. También he aprendido a ser más independiente, a saber solucionar mis problemas por mi mismo si fuera
necesario y no necesitar pedir ayuda a otras personas para todo. He superado gran parte de la timidez para hablar con personas que no conozco, y he ganado confianza en mí mismo para hacer cosas que no creía que fuera capaz de hacer, como viajar solo en avión. He aprendido cuáles son nuestros parecidos y diferencias en cultura y estilo de vida entre España y Alemania. Creo que he aprendido mucho y que me he beneficiado mucho de este proyecto. Recomendación a futuros estudiantes que quieran participar en una movilidad. Debéis ser proactivos y esforzaros para participar en un proyecto como este. 

Mi recomendación

No tenéis que tener tener miedo de acoger a alguien o ser acogidos, ya que aunque al principio puede ser algo raro y que os cueste adaptaros, al final es mejor que ir a un hotel, ya que así la familia os puede ayudar con muchas cosas, aparte de que aprenderéis más de la cultura del lugar al que vais, la gastronomía etc Intenta aprender un básico del idioma local, ya que no todo el mundo habla inglés, y saber como se dicen palabras básicas como “hola”, “perdona” , “gracias”, “adiós” etc.
Organízate desde el primer día para así poder aprovechar lo máximo el tiempo y poder visitar todo lo que quieres ir a ver. 

Sigue lo que tus compañeros de clase vayan viendo en España así no te quedarás atrás con las clases y te será más fácil adaptarte de nuevo cuando vuelvas. Y por supuesto, aprende mucho y pásatelo muy bien.

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